Vivir los azules impactantes y verdes salvajes en las costas Venezolanas
Este paseo fue justo como me gusta, poco planificado, solo las generalidades: ¿a dónde vamos? Y lo demás lo resolvemos en el camino. Aprovechando una invitación a un fin de semana de descanso que terminó convirtiéndose en una exploración para reactivar una ruta que desde hace algún tiempo no se operaba, las costas Venezolanas.
Así fue como me uní a Rossana, de Ecotur Aventura para ir a las Costas del estado Vargas, pero con la particularidad que hicimos lo que llamamos “La Vuelta al Ávila” y es que desde Caracas nos enrumbamos vía Higuerote, atravesando Guarenas, Guatire y Caucagua, al llegar a Higuerote tomamos la vía hacia Chirimena y poco antes de la entrada al pueblo tomamos un desvío a la izquierda.
Finalmente, llegamos a Chuspa, un pintoresco pueblo de gente amable, costas de azules impactantes con playas bien limpiecitas y de ricos sabores, aquí nos encontramos con la sorpresa de que ese mismo día celebraban el día de la Virgen de Rosario Patrona del Pueblo.
Ya caída la noche fuimos testigos de la fe del pueblo expresado en una multitudinaria procesión donde mujeres y hombres llevaron la imagen de su patrona por las calles del pueblo, más tarde en la noche rematamos con una fiesta que se extendió por toda la madrugada.
Las costas Venezolanas no tiene límite cuando de vivir experiencias maravillosas se trata
El recorrido continuo, al día siguiente nos levantamos bien tempranito para degustar unas ricas empanadas de cazón y un papelón bien frió de esos con sabor a nuestras tierras y que nos hacen ver al cielo para agradecer todas las bendiciones que Dios puso sobre este país.
Ya con la barriga llena seguimos nuestro camino, llegamos a Guayabal por una carretera que tiene un tramo de tierra y otro asfaltado, al llegar al pueblo cruzas a mano derecha hasta llegar al estacionamiento a orillas del río, luego caminas unos tres minutos a través de un camino rodeado de matas de cacao, cambur, plátano y jobo hasta llegar al pozo Las Dos Puertas y sin pensarlo mucho te lanzas a este refrescante baño.
Al salir de allí seguimos rodando hacia Caruao, donde una plaza frente al ambulatorio nos invita a disfrutar de una hermosa vista de azules impactantes y arenas limpias, me refiero a las cotas venezolanas. Su infinita belleza nos invita a seguir disfrutando de nuestras maravillas.
Seguidamente hicimos una parada en el pueblo de La Sabana de La costa donde no podíamos dejar de disfrutar la inigualable vista que ofrece su mirador para finalmente despedirnos de este viaje recorriendo la vía hacia La Guaira. Vivir eta experiencia fue gracia a Ecotur Aventura.