Renovando mis votos con Venezuela en la Isla La Tortuga
Nos fuimos este fin de semana a la isla la tortuga unos aventureros de Ecotur Aventura, a ese viaje iría otro como guía, pero asumí la guiatura del grupo porque necesitaba ese espacio para recargarme, respirar y avanzar.
No sólo me deleité con los impactantes azules de la isla la tortuga, con sus arenas coralinas, con sus atardeceres de ensueño y amaneceres frescos y pasteles; sino que me reconecté con el recurso más invaluable que tiene esta tierra: SU GENTE. Puede sonar trillado, pero esa capacidad de los venezolanos de fraternizar, sonreír y compartir, incluso en los momentos difíciles que vivimos, no deja de impactarme. Esas 18 personas que nos acompañaron a la isla la tortuga, terminaron siendo amigos, dividiendo en múltiples pedacitos sus snacks para compartir, destapando sus miedos y dibujando sus sueños como si fuesen conocidos de toda la vida. Terminaron creyendo y confiando en los otros, abrazados, sonreídos y agradecidos.
Algún antropólogo, sociólogo o psicólogo quizá algún día me explique el origen de ese compartimiento que no he conseguido en ninguna otra sociedad, ese comportamiento que nos hizo abrir los brazos a cuanto emigrante decidió crear en esta tierra, recepción que me regaló la dicha de nacer en esta tierra; ese comportamiento que quizá lo explica el cielo siempre azul; la playa, montaña, selva, desierto y sabana toditas cerca, las riquezas culturales, la gallardía histórica que nos acompaña y la belleza que nos envuelve de afuera hacia adentro. Ese comportamiento que me mantiene firme en mi propósito de trabajar y aportar al turismo en Venezuela, porque no hay quien pise esta tierra y no se enamore, no hay quien comparta con un venezolano(a) y no se sienta en casa, querido y cuidado; no hay quien se vaya de Venezuela sin extrañarla.
Yo ya no estoy enamorada de Venezuela, simplemente LA ESTOY AMANDO; ya pasada la ilusión del enamoramiento, con sus buenas y no tan buenas todas aceptadas, sigue mi compromiso desde lo más profundo de corazón por devolverle a esta tierra aunque sea un poco de lo que a mis antepasados y a mí me ha dado.
Leí en estos días: quedarse en Venezuela es difícil, irse es difícil; elige tu difícil. Yo hoy decido quedarme en esta tierra que solo está esperando que aprendamos, crezcamos y seamos la sociedad que se merece.
Post escrito luego del viaje a la tortuga del fin de semana del 24 de Junio de 2017