La magia de mi país: VENEZUELA
Sin duda alguna, amo a Venezuela; estoy enamorada de sus eternos cielos azules, de sus verdes salvajes en el sur, de sus azules impactantes en la costa, de sus sabores de arepa mañanera y queso fresco, de su calor de gente y su bondad, su alegría eterna y su ánimo inquebrantable. Han sido, sin duda, años difíciles y a esta altura se hace complejo mantener el optimismo, sin embargo, no se me hace difícil cultivar la paciente esperanza que me proporciona entender los ciclos históricos. A veces me he llegado a cuestionar si hay una increíble subjetividad en esa esperanza, y cuando ya comenzaba a darlo por hecho aparece ante mi la fascinante historia de Tabaré Alonso, un chico Uruguayo que se propuso llegar en bicicleta desde su tierra a Panamá, y en su paso por múltiples hermosos paisajes y culturas, quedó prendido de Venezuela. Copio textual su publicación en instagram @tabarealonso: "QUE FÁCIL ES AMARTE VENEZUELA. Estoy en una deuda emocional con Venezuela, un País que con su calor de gente me ha brindado su cariño, se vistió de los más lindos colores para recibirme y hasta ofreció adoptarme como uno de sus hijos. Amo este País, y pensar que al principio miles de personas me aconsejaron no venir acá, gracias a Dios no escuche esas voces que en su falta de conocimiento me estaban negando el paso a este paraíso del globo terráqueo llamado VENEZUELA."
No me canso de leer esa publicación, y las lágrimas tampoco se cansan de asomarse cada vez que lo hago. Este testimonio es sin duda una ratificación de ese sentimiento que tengo hacia mi país y su gente, sobre cualquier circunstancia actual, pasajera como es. Este joven declara sentirse "en deuda emocional con Venezuela", imagínense que puede sentir alguien que creció acá y ha tenido la dicha de recorrer algunos de sus innumerables paisajes de ensueños que siempre les acompaña el calor humano de sus lugareños.
Yo no sé que pueda sentir y pensar mañana, nadie lo sabe, pero siempre le he pedido al universo que dejemos para otra vida eso de entender que las fronteras las creó el hombre, porque en esta vida siento que todo lo que he hecho y lo que haré es dentro de las zonas limítrofe "de este paraíso del globo terráqueo llamado Venezuela".
